RESUMEN DE LA OBRA PANTALEON Y LAS VISITADORAS
DE (-MARIO VARGAS LLOSA-)
Argumento
del libro Pantaleón
y las Visitadoras
Pantaleón está felizmente casado con
Pochita cuando le llega su ascenso a capitán. Se ha distinguido por su eficacia
en la administración de los servicios domésticos de los cuarteles.
Casi al mismo tiempo de su asenso
recibe órdenes para organizar un nuevo servicio (domestico). Se le sugiere que
para cumplir con esta misión debe vestirse de civil, aunque no debe dejar de
pensar como militar.
Se le comunica que fue escogido para
esta delicada misión por su reconocida capacidad de organizador.
Es en el exceso, en la exageración de
su gestión administrativa, que Pantaleón encuentra su perdición.
Habiendo hecho un cálculo científico
del número de prostitutas en relación al número de soldados y al número de
“prestaciones” que cada hombre requiere para quedar satisfecho procede tal cual
un gerente para organizar su servicio. Pantaleón llega a cada guarnición con su
convoy secreto, pero puntual de prostitutas.
A veces llegan en lanchas y otras
veces hacen un aparatoso descenso en hidroavión. Los hombres hacen cola, de
manera que conforme les llega su turno, todos, sin excepción, pueden recibir
los beneficios del servicio.
En su celo y pasión científicos,
Pantaleón decide que para mejora del servicio, el cómo productor, debe
probarlo, consumiendo su propio producto, y como Adán, después de probarlo, cae
preso de los benéficos del producto y también de los afrodisíacos de la selva-
ambos encarnados en la persona de la brasileña.
La infatigable diligencia del capitán
lo obliga a seguir cumpliendo con el servicio a pesar del conflicto que le va
ocasionando su conciencia del deber del buen marido y del buen soldado puesto
ahora en pugna por “el consumo” de la brasileña. Una vez que las “buenas
noticias” de la alta calidad del producto llegan a trascender fuera del ámbito
de las guarniciones militares, los pueblos exigen tener derecho a las
visitadoras.
Al mismo tiempo, y casi al final del
relato, empiezan a llegar noticias de un extraño culto al infanticidio y otras
prácticas prohibidas.
Pantaleón ve a su matemáticamente
calculada expresa amenazada por una serie de fuerzas sociales caóticas tan
incontrolables como irracionales.
El golpe final es asestado por el
Sinchi, un patriotero y sulfurado locutor de radio. Celoso y envidioso de “los
productos” que Pantaleón administra, el Sinchi lo denuncia ante una moral
hipócrita burguesa.
El igualmente hipócrita e indignado
alto mando se escandaliza ante la denuncia y desautoriza la misión de
Pantaleón.
Este, después de fracasar en la
sociedad criolla y en su misión en la selva, es trasladado o mejor dicho,
retrotrasladado al altiplano, considerado como lugar marginal para las
sociedades criollas de la selva y de la costa.
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