Mario
Vargas Llosa -
Argumento
del libro "Conversación en la Catedral" de Mario Vargas Llosa.
Importante
novela de Mario Vargas Llosa, que significa la continuación de la bien lograda
técnica narrativa impuesta en “la casa verde”.
Los
hechos tienen como marco historia el gobierno didactorial del general Odria, el
“ochenio” (1948- 1956) en el que prevalecieron las diferentes formas que asume
la corrupción del poder. Los personajes representados en esta novela provienen
fundamentalmente de la diversidad de sectores, barrios y clases limeñas.
En
lima, en un bar de mala muerte, llamado “la catedral”, Santiago y Ambrosio
inician la conversación que traerá apetitos y frustraciones para imbricarlos en
la construcción monumental que conforma el discurso narrativo. Las cuatro horas
del encuentro se abren al registro de las peripecias que conciernen a la
caótica historia privada del odriismo, ordenándola e interpretándola sobre la
base de cuatro historias principales.
El
periodista Santiago Zavala (zabalita) y el negro Ambrosio, antiguo chofer de
don Fermín Zabala, hilvanan el dialogo que viene a ser el hilo conductor de la
intricada red de situaciones y personajes de la novela.
En
los cuatro libros que integran los diferentes planos espaciales y temporales,
destacan figuras principales protagonistas que aparecen acompañados por los
grupos sociales en los cuales se insertan. Periodistas, militares, políticos,
hombres de negocios, matones son representados en una escala amplificadora, que
se extiende hacia los diversos estratos sociales.
Ambrosio
y Cayo Bermúdez proceden del submundo: son hijos de delincuentes, sus infancias
callejeras registran el aprendizaje de mal vivir Ambrosio se asume como un
asalariado imperturbable, anulado y pasivo; encabeza hacia la lista de
personajes que son continuamente despojados de sus bienes, su servilismo, su
aquiescencia, su docilidad, lo vuelven material maleable, arcilla pasiva en la
que se inscriben los avatares de la suerte.
Cayo,
por su parte, se hunde en el prostíbulo y la política sucia: llegara a
convertirse en ministro del régimen.
Amalia
es uno de los personajes femeninos tratados con mayor detenimiento en el
conjunto de la obra de Vargas Llosa. Su punto de de vista, el único femenino
considerado extensamente en la novela, le otorga una inesperada riqueza: es el
ojo de Amalia el que registra el burdel privado de “Cayo Mierda”, donde la
“señora Hortensia”, conocida ex actriz y querida del hombre fuerte, se prepara
con regularidad para la fiesta.
Día
a día se van levantando para la domestica, que antes a trabajado en casa de los
Zavala, los velos del ceremonial privada del poder. Desde la cocina, configura
la imagen de los personajes del régimen, asiste a la plenitud y a la brusca
caída del poder.
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